jueves, 3 de julio de 2014

El fantasma de Baker street y Rancho Drácula.

 Cuando, rebuscando entre un montón de bolsilibros, en la penumbra de la trastienda del local de compra-venta-cambio-de-cualquier-cosa-de-segunda-mano en los soportales de la plaza de La Corredera de mi Córdoba natal, encontré un ejemplar, en buen estado, firmado por Curtis Garland, en la colección Servicio Secreto, y me salto a la vista una parte de título (Baker street), lo cambié por otro bolsilibro y 20 céntimos de euro, y, al tiempo, se me ocurrió mostrarlo en el grupo de facebook de Bolsilibros, a cuento del comentario a pié de página que Juán Gallardo Muñoz hacía homenajeando a la literatura "pulp" en general y al personaje de Arnaldo Visconti - Pedro Víctor Debrigode Dugui " El Pirata Negro " en particular, no imaginaba el revuelo que se formó.
 Soy un admirador de la obra de Sir Arthur Conan Doyle; su personaje, Sherlock Holmes, me fascinó de adolescente. Bebía, más que leía, sus novelas y cuentos. Discutí amargamente con un querido amigo cuando se atrevió a dudar de mi aseveración de que Sherlock Holmes era el mejor detective de la historia del mundo. (Echando la vista atrás ahora creo que lo que tomé por una expresión de desdén era un gesto que denotaba su preocupación por mi traspaso de la linea que separa la ficción de la realidad; y¿acaso existe tal línea?)
 Pero mi naturaleza inconstante y voluble, con el tiempo, me apartó del personaje y acabaron por parecerme repetitivas y monótonas sus historias. Cambié el enigma británico por el crudo retrato social del género negro norteamericano. Y ahí sigo.
 De hecho recientemente he caido en la cuenta de que hay historias del inmortal detective consultor del 221 b de Baker street que aún no he leído.
 Pero le sigo teniendo respeto y admiración al compañero del paciente doctor Watson, y pertenezco, con gusto, a un grupo de facebook dedicado al personaje, y, de cuando en cuando, leo algún pastiche "Shelockiano" de autores actuales, de la misma manera que, cuando charlas con un amigo común sobre el ausente y recuerdas anécdotas agradables.
 Pero nada más.
 Por eso no me costó demasiado trabajo deshacerme de mi ejemplar de El fantasma de Baker street, de Curtis Garland (Juan Gallardo Muñoz) y menos sabiendo que iba a parar a manos de alguien que lo deseaba de veras, y que es un devoto confeso de la creación de Sir Arthur Conan Doyle: Alberto López Aróca, autor de numerosas obras que narran hechos inéditos y desconocidos de la vida de Sherlock Holmes; hechos fabulosos, tremendos y apasionantes, que ofrece a todo aquel que quiera conocerlos en albertolopezaroca.blogspot.com.es y en fabulasext@hotmail.com.


Y precisamente a Alberto López Aróca pertenece el segundo apartado de este articulillo. Veamos:
 Antes de conocer y pertenecer al selecto y erudito (por parte de ellos, que yo me limito a escuchar desde un rincón) grupo de aficionados a la literatura popular española, en formato Bolsilibro veía su nombre en blogs dedicados a estas novelas, y eran notas en las que solicitaba información sobre un determinado bolsilibro del que sólo conocía su título, autoria y portada, por la curiosa, y no tan inhabitual, circunstancia de que esta cubierta cubria el "cuerpo" de otro mutilado bolsilibro, la cubierta en cuestión era la de Rancho Drácula, de Silver Kane (Francisco González Ledesma)


 La historia de su búsqueda y hallazgo, más otras crónicas y narraciones igualmente apasionantes y apasionadas las pueden encontrar en el primoroso cuadernillo "Shelock Holmes en Rancho Drácula, y otros estudios y pastiches extraviados" en la dirección reseñada más arriba.
 Ahora, la joven y animosa Darkland Ediciones se ha atrevido a sacar al mercado ambas obras, y pone al alcance de cualquiera la posibilidad de juzgar por sí mismo si la leyenda que ha rodeado a estas novelas cortas en los mentideros de la novela popular se corresponde con su calidad.



 Esto es el principio, si los lectores atienden a esta propuesta, del camino para recuperar muchos de estos tesoros olvidados de la novela popular española, y no es esta la única propuesta en este sentido. Tanto Lady Valkiryrie como Alberto Santos Editor están publicando la obra, reciente y clásica de Ralph Barby; Dlorean ediciones está recuperando la obra de Lem Ryan; amen de ese material nuevo, de autores contemporáneos y jóvenes que reivindican el formato bolsilibro y el espíritu Pulp, caso de NeoNauta Ediciones, por ejemplo.




 Quedándonos sólo con el material "clásico" hay un fondo inmenso ahí atrás; depende de nosotros que podamos ver ese material reeditado. Lo merece. Por mi parte yo se lo voy a contar a mi vecina y a mi cuñado; hágalo usted tambien, señora.

 (Aprovecho para disculparme con los amigos que no hayan podido contactar conmigo en este blog; he tenido ciertos problemas con esto de internet y Windows. Que sepan que han sido problemas ajenos a mi voluntad e intención)

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